El día 26 de junio de 2024, de nueva cuenta sectores del ejército boliviano al mando del Comandante General de las Fuerzas Armadas Juan José Zúñiga se han movilizado en una nueva intentona golpista. La Central Obrera de Bolivia, la central sindical más importante del país, ha convocado a paro indefinido contra el intento golpista mientras Evo Morales y Lucho Arce han convocado también a movilizaciones para frenar el golpe militar.
Escrito por Buró Latinoamericano, Alternativa Socialista Internacional.
La movilización militar se ha desarrollado poco después de que el general Zúñiga hiciera declaraciones en el sentido de que sería inaceptable que Evo Morales volviera a la presidencia del país. Esto se produjo en un contexto de ruptura política entre Evo Morales y el actual presidente Lucho Arce. Aunque sectores de la derecha, como el encabezado por Jeannie Añez, quien usurpó la presidencia tras el golpe militar en 2019, ha rechazado el intento golpista y llamado a sacar a Lucho Arce en las elecciones del próximo año. Sin embargo el anuncio de Zúñiga de liberar a los presos detenidos por el golpe de 2019, como Añez o Luis Fernando Camacho, entonces gobernador de Santa Cruz donde comenzó el golpe de 2019, plantean que otros sectores de la derecha han dado visto bueno al intento de derrocar al gobierno de Arce.
La convocatoria de la COB a huelga general, así como los llamados a la movilización, así como la situación de Zuñiga frente al ejército boliviano, parecen haber derrotado temporalmente el nuevo intento golpista. Sin embargo, el intento de golpe muestra que los militares confiaban en que serían respaldados por otros sectores que finalmente los han dejado solos. En otras palabras, que la derecha y la oligarquía han dejado pasar este intento pero no será el último. Por ello, contrario al triunfalismo de algunos sectores que corean la derrota del golpe con la intención de frenar la movilización y organización de los trabajadores y campesinos bolivianos, desde Alternativa Socialista Internacional hacemos un llamado a profundizar la organización y movilización del pueblo trabajador boliviano. Sólo fortaleciendo los sindicatos campesinos y obreros, eligiendo comités en escuelas y centros de trabajo y levantando un programa que reivindique las demandas de los trabajadores y oprimidos, y luchando por esas demandas se podrá arrebatar toda iniciativa a la derecha y a los militares.