Visitamos el laboratorio del Inbionatec para mostrar el trabajo que realizaron con el dispositivo que detecta la presencia y el nivel de arsénico en el agua.
Verónica Paz Zanini es la directora del proyecto que hace días atrás permitió la concreción de un viejo anhelo científico: la creación de un dispositivo que detecta la presencia y el nivel de concentración de arsénico en el agua, un flagelo ambiental que afecta a diversas zonas del norte del país.
“Este proyecto surge de una necesidad que encontramos en nuestra provincia. Desde nuestro laboratorio buscamos dar una solución a través de nuestras investigaciones y tratando de transferir una de las tecnologías que desarrollamos aquí hacia la detección de un contaminante muy importante para nuestra provincia, como lo es el arsénico”, aseguró Zanini en diálogo con Noticiero 7.
“La técnica se basa en a implementación de electrodos, a través de la electroquímica, que son reacciones químicas que generan una corriente eléctrica; y a ésta la utilizamos para detectar la concentración de arsénico”, puntualizó en su explicación sobre el proceso.
“En este proceso tenemos un potenciostato, que es lo que permite aplicar un potencial. La corriente se obtiene a través de un electrodo, que es el que verdaderamente va a medir la cantidad de arsénico; y es sobre ese electrodo en el cual nosotros desarrollamos modificaciones superficiales y aplicamos nanomateriales”, explicó la investigadora y remarcó: “Este es un instituto de bionanotecnología, de doble dependencia, (CONICET-UNSE), donde desde hace mucho tiempo trabajamos con nanopartículas y nanomateriales, y en particular, las de oro que tienen una vinculación con el arsénico porque son afines y catalizan su reacción”.
“Desde hace tiempo, los planes de estos chicos, investigadores y becarios del CONICET, han estado orientados a estudiar la química de estas nanopartículas y ver cómo reaccionan las especies de arsénico, optimizar parámetros experimentales, de síntesis, y modificaciones para optimizar la medida”, agregó.