Tras la partida de Diana Mondino, el Gobierno anunció políticas para reducir los gastos de las delegaciones diplomáticas en el extranjero. Consulados, embajadas y otras representaciones, en la mi
La llegada de Gerardo Werthein a Cancillería, luego de la salida de Diana Mondino el pasado 31 de octubre, trajo consigo nuevos anuncias en sintonía con la política de reducción del gasto estatal que el Gobierno de Javier Milei ha tomado como uno de sus principales focos. Por un lado, se informó que se realizaría una auditoría en Cancillería “con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad”. Por otro y según informaron reconocidos medios de comunicación, se estaría evaluando el cierre de embajadas en países con los que el Estado argentino no tenga un fuerte vínculo comercial.
Según la web oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre Consulados, Embajadas y otras representaciones, nuestro país tiene 265 delegaciones desplegadas en el exterior. Este número es, de todos modos, algo engañoso, ya que hay Estados que comparten embajadas o consulados (tal es el caso de la embajada de Noruega, que comparte su sede en Oslo con la de Islandia, o el de Nigeria, en donde también funcionan las embajadas argentinas para países como Gabón, Burkina Faso, Benín y Togo entre muchos otros). Vale mencionar también, por más obvio que sea, que todas las embajadas requieren un espacio físico para poder funcionar, es decir, un inmueble en el que las delegaciones puedan realizar sus tareas.
Un pedido de acceso a la información pública realizado en marzo de este año, permitió conocer que en 2023 nuestro país gastó 7.836.598.125 pesos en alquileres de inmuebles en el exterior con fines consulares. Hasta abril de este año, fecha en la que fue contestado el informe, nuestro país llevaba erogados ya 4.506.734.309 pesos por el mismo concepto. Hay que aclarar que estos alquileres no corresponden únicamente a las sedes de embajadas y consulados, sino que se incluyen también las residencias oficiales de los embajadores y cónsules.
Otro dato que brinda el informe es que de los 219 inmuebles que nuestro país alquila en el exterior, 129 corresponden a oficinas y 84 a residencias para las delegaciones (hay además 6 casos en los que la residencia y la oficina funcionan en la misma sede).
Aunque el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto no informó cuánto se gasta en cada alquiler, si proporcionó un listado de los inmuebles alquilados: así, se pueden saber algunas curiosidades, como por ejemplo que en Playa del Carmen, además de alquilar un inmueble con función de oficina, nuestro país también alquila otro en carácter de “oficina complementaria”, o que en Rusia, a pesar de que se alquila un inmueble que cumple las veces de oficina y residencia, nuestro país también paga por otra “oficina complementaria” y una residencia adicional en la región de Dacha.
Hay alquileres para rato
En caso de que el Estado Argentino efectivamente quiera avanzar con el cierre de delegaciones consulares, deberá afrontar, entre otros, el problema que suponen los contratos de alquiler ya celebrados con aquellos Estados en los que ha asentado delegaciones consulares.
Tal como reza uno de los más básicos principios del derecho, “Pacta sunt servanda”, “los pactos son para cumplirse” y por lo tanto, en caso de cerrar delegaciones diplomáticas en el exterior, nuestro país deberá seguir afrontando el costo del alquiler (y mantenimiento) de los inmuebles vacíos, ya que muchos de los contratos no vencen sino hasta dentro de varios años.
Tal es el caso, por ejemplo, de las residencias oficiales en Bangladesh, Surinam o Jamaica o las oficinas en San Salvador de Bahía (Brasil) y Santo Domingo (República Dominicana), cuyos alquileres terminan recién en 2028. Las residencias oficiales en Rumanía y Haití tienen contrato hasta 2029. Y en julio de 2023 se firmó un contrato para alquilar oficinas en Los Angeles, destinadas a un Consulado General y Centro de Promoción que vence recién en 2033.
La residencia del embajador argentino en Londres: está en 49 Belgrave Square, a 2,5 kilómetros de la embajada aproximadamente.
El caso más llamativo es quizá el de la residencia del embajador en Londres: el contrato se firmó en 2013 por una duración de 30 años: vence recién el 31 de marzo de 2043 según información oficial proporcionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
Pero no todos los alquileres fueron celebrados por los Gobiernos pasados. En el listado que proporcionó el Ministerio también se pueden observar varios arrendamientos que entraron en vigencia este año. Los últimos fueron la residencia del embajador en Suiza, cuyo contrato comenzó en julio, la del embajador en Rumania, de mayo y el alquiler de las oficinas en turquía, que empezó el primero de abril. Además, desde el 1º de enero entraron en vigencia otros 30 contratos de locación para oficinas o residencias consulares en el extranjero.
En dónde no se alquila
A pesar de los datos ya mencionados, son muchos también los inmuebles que, a lo largo de los años, la Argentina ha ido adquiriendo en el exterior y que también sirven de asiento a las diferentes delegaciones consulares.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, son 57 los inmuebles que el Estado argentino tiene en el extranjero. Siete de ellos en Estados unidos, de los cuales cinco están en Washington DC y los dos restantes en Manhattan y Los Angeles. Algo que llama la atención es que, a pesar de que uno de los inmuebles en Washington está afectado a la “residencia oficial en Estados Unidos”, nuestro país paga, aparte, el alquiler de otro inmueble en la misma ciudad, también en carácter de “residencia”.
Cruzando el charco se encuentra otro de los países en los que Argentina tiene “mayoría” de propiedades. Siete son los inmuebles adquiridos por nuestro país en Uruguay, con una particularidad: de uno de ellos sólo se adquirió el dominio del terreno. Desde el Ministerio no han proporcionado mayores datos acerca de esta porción de tierra localizada en Colonia del Sacramento.
Algo parecido pasa con Arabia Saudita, en donde nuestro país también declara la posesión de un terreno. Paradójicamente, ambos países son unidos por una noticia que se conoció hace poco: los charrúas descubrieron que tenían un terreno en Arabia Saudita y que, sin permiso, era utilizado como estacionamiento por Estados Unidos.
Un dato de color: según el informe, no hay ningún país que le alquile inmuebles directamente al Estado argentino con fines consulares, por lo que todos los alquileres de embajadas extranjeras en nuestro país, se celebraron con privados.
Para finalizar, Argentina también posee inmuebles en Australia, Japón, Noruega, Países Bajos, Dinamarca, Costa Rica, México, Irlanda, Chile, Paraguay, Alemania y Brasil entre muchos otros.