Las pinturas no pudieron cubrir los ojos morados y fueron descubiertos por su madre. La menor había sido llevada hasta un monte y agredida.

Una mujer de 35 años de la ciudad de Frías advirtió que su hija, de 16, y madre de un bebé de dos meses, estaba en la casa de un familiar, por lo que llegó a saludarla. La madre observó que la adolescente estaba muy maquillada, pero aún así observó que tenía los ojos morados.

La mujer le preguntó quién le había pegado, aunque su hija no alcanzó a responder. Su concubino, de 25 años, quien estaba sentado a su lado, manifestó que la menor había peleado con otra joven y resultó lesionada. Sin embargo, la jovencita comenzó a llorar y le dijo a su madre que su pareja la había agredido. Esto provocó que la mujer se abalanzara sobre su yerno y se iniciara una pelea entre ambos, hasta que intervinieron familiares, los separaron y el sospechoso se retiró de la propiedad.

Seguidamente, la menor contó que el sábado pasado, en horas de la noche, luego de que el acusado le hiciera una escena de celos, la llevó hasta una zona montuosa cercana, donde le propinó golpes de puño y patadas.

La víctima temió por su vida y dijo que no quiere volver a vivir con el padre de su hijo.

La madre realizó la denuncia, ocasión en la que pidió salvaguardar la integridad física de su hija y su nieto. El hecho fue informado a las autoridades del Ministerio Público Fiscal, quienes ordenaron que se concretaran diversas medidas para proteger a la menor y su hijo, mientras se instruye la causa por lesiones. En este sentido, se realizará un informe socio-ambiental con relevamiento vecinal.

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