Colaboración Filósofo Carlos Bauer
La Argentina en inminente peligro
Palestina y Argentina en un destino común frente al injusto proyecto hegemónico sionista de derecha neoliberal
CFB
Teodoro Herzl nace en 1860 y muere en 1904 es un periodista judío austrohúngaro creador y fundador intelectual del moderno sionismo político de derecha. Vamos hacer algunas precisiones que los textos no dicen. En su juventud frecuentó la Asociación llamada Burschenschaft siendo una corporación estudiantil que aún hoy se encuentra en Alemania, Austria y Chile, siguiendo principios liberales y nacionalistas establecido ya desde la fundación de dicha asociación en 1815 compuesta por antiguos combatientes de las guerras contra Napoleón Bonaparte.
Retoman los estudios en la Universidad de Jena y entre ellos los de Karl Ludwig Sand quién pelea contra Napoleón y a su vez es acusado del crimen de August von Kotzebue, confesando que para tal fin siguió las órdenes y las determinaciones de la secta, y él termina muriendo en Brasil donde recidió un tiempo, ya que dicha asociación Burschenschaft operó en São Paulo como la Burschenschaft Paulista.
Herzl en 1895 escribió su obra más importante Der Judenstaat es decir El estado judío en donde la principal idea es formar un Estado judío, y para ello congrega un congreso sionista integrado solamente por judíos. Allí se inicia la idea práctica de dicho proyecto y posteriormente forman un sionismo político. El 27 de agosto de 1897 se realiza el Primer Congreso Sionista desde la diáspora en Basilea Suiza, con 208 delegados y 26 corresponsales de la prensa. Durante el congreso se crea la Organización Sionista Mundial donde Herzl fue elegido primer presidente.
Hertz muere en 1904 después de la fundación del Estado de Israel y se construye un memorial en el Monte Hertz en Jerusalén donde están sepultados a la vez los máximos líderes del sionismo y de Israel.
Entrando en las ideas de Hertz, sostiene que para ocupar la tierra de los dueños originarios es preciso expropiar gentilmente la propiedad privada debiendo estimular a la población miserable a buscar empleo en los países fronterizos negándoles el empleo en el propio país. Aquí el dato es que el capitalismo de la primera época del siglo XV expropia la propiedad comunal indígena sea en América, en África o en Asia para el proceso de acumulación originaria de capital y para conformar la propiedad privada, pero el proyecto de colonización del sionismo es expropiar la propiedad privada en otros países y negarle a los conquistados el empleo en su propio país que ha sido colonizado por ellos obligándolos a migrar y a procurar empleo en otros países fronterizos, luego de haber perdido su nación completa.
Herzl afirma que ambos procesos de expropiación y expulsión de los pobres deben ser conducidos de forma discreta y circunspecta. Herzl ha sido profundizado radicalizado con ideólogos más actuales ya que la discreción ha sido eliminada y se ha tomado una acción violenta-genocida en la actualidad para expulsar y colonizar como sucede en Palestina. En la actualidad se giró de un pentecostalismo a un neopentecostalismo, de un liberalismo a un neoliberalismo radical.
De aquella forma Herzl defendía la creación de un Estado judío negando los medios de subsistencia a los no judíos y obligándolos a procurar otro lugar. En la obra El Estado judío evalúa la ocupación y dice que esta podría ocurrir tanto en Palestina como en Argentina y que ellos deben debatir si escoger entre Palestina o Argentina, así como las ventajas en cada una de los territorios.
Argentina es una candidata especial para Herzl debido a la compra de tierras que realizó en dicha nación el financista varón Maurice de Hirsch con el proyecto de radicar 3 millones de judíos. Este último fue el fundador de la Asociación de Colonización Judaica, creada el 11 de septiembre de 1891 y que patrocinó la inmigración judía en larga escala para el Brasil, Argentina, Canadá y EE.UU. En Argentina fueron enviado para Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires en el que el pueblo Mauricio Hirsch en el partido de Carlos Cáceres recuerda al creador de la asociación.
Y en uno de los parágrafos del libro El estado judío explicita el tema y está colocado como consigna ¿Palestina o Argentina? y dice que elegir una de las dos depende de la Society que es quien tomará lo que se le dé y hacia lo que se incline la opinión general del pueblo judío. La Society reglamentara ambas cosas, por un lado, la Argentina es por naturaleza uno de los países más ricos de la tierra, de superficie inmensa, población escasa y clima moderado, la República Argentina tendría el mayor interés en cedernos una parte de su territorio, la actual infiltración de los judíos los ha disgustado naturalmente, y habría que explicar a la Argentina la diferencia radical con la nueva emigración judía.
Por otro lado, Palestina es nuestra inolvidable patria histórica, su solo nombre sería para nuestro pueblo un llamado poderosamente conmovedor. Si Su Majestad el Sultán nos diera Palestina podríamos comprometernos a regularizar las finanzas de Turquía, para Europa formaríamos allí un baluarte contra el Asia, y así estaríamos al servicio de los puestos de avanzada de la cultura contra la barbarie. Y en tanto que Estado neutral mantendríamos relación con toda Europa que tendría que garantizar nuestra existencia.
Respecto a los Santos Lugares de la cristiandad se podría encontrar una forma de autonomía, aislarlos del territorio de acuerdo al derecho internacional. Formaríamos la guardia de honor alrededor de los Santos Lugares asegurando con nuestra existencia el cumplimiento de este deber, esta guardia de honor sería el gran símbolo para la solución del problema judío después de 18 siglos lleno de sufrimiento para nosotros.
Y en el parágrafo sobre el “Plan” dice que el plan es en su forma primera extremadamente sencillo y debe serlo si se quiere que todos lo comprendan y en gran parte consiste en lo que ya he esclarecido anteriormente, pero aún agrega explicitando que se nos dé la soberanía sobre un pedazo de la superficie terrestre que satisfaga nuestra justa necesidad como pueblo, a todo lo demás ya proveeremos nosotros mismos. El nacimiento de una nueva soberanía no es ridículo ni imposible, lo hemos podido apreciar en nuestros días en pueblos que no son como nosotros que somos pueblos burgueses, sino más pobres, incultos y por ende más débiles.
Es del interés de los gobiernos de países en cuyo seno anida el antisemitismo concedernos la soberanía. Para esta tarea sencilla en principio, pero complicada en la realización se han de crear dos grandes órganos, por un lado, la Society of Jews, que es un brazo intelectual y colectivo, y por otro lado la Jewish Company que sería el brazo inversor, ejecutor. Esta segunda tiende a la liquidación de todos los intereses de los judíos migrantes y organiza en el nuevo país las relaciones económicas. Es decir, lo que la Society of Jews ha pensado científica y políticamente, la Jewish Company lo ejecuta.
Como ya se ha dicho, no hay que imaginar la inmigración de los judíos en forma repentina, será gradual y duradera en decenios. En primer lugar, irán los pobres y harán cultivable la tierra y construirán carreteras, puentes, ferrocarriles, telégrafos, regularán el curso de los ríos y se construirán ellos mismos sus viviendas de acuerdo con su plan preestablecido, su trabajo hará surgir el comercio y este los mercados, atenderán nuevos colonos, puesto que todos vendrán espontáneamente por propia cuenta y riesgo, el trabajo que invertimos en la tierra hará subir su valor.
Los judíos advertirán rápidamente que se ha abierto entre ellos un nuevo y duradero campo donde podrán desplegar su espíritu emprendedor que hasta entonces había sido odiado y despreciado. Si hoy se quiere construir una nación no hay que hacerlo de manera que fuera posible como hace 1000 años, es una insensatez volver a viejos grados de cultura como quisieran muchos sionistas. Por ejemplo, si nos resolviéramos a aniquilar las fieras de un país no lo haríamos a la manera de los europeos del siglo V.
No nos pondríamos en campaña en forma aislada contra los osos armados, de jabalinas y lanzas, sino que organizaremos una grande y alegre cacería, acosaríamos a las bestias hasta tenerlas reunidas y recién entonces arrojaríamos una bomba de melinita. Esto acontece hoy en Palestina. Si queremos edificar no plantaremos desoladas habitaciones lacustre si no lo haremos en lugares donde se estila hacerlo, hoy edificaremos con mayor audacia y magnificencia de lo que se ha hecho hasta ahora, puesto que disponemos de medios que no han existido antes.
A nuestras capas sociales del más bajo nivel económico seguirán gradualmente las inmediatas superiores, los que actualmente están sumidas a la desesperación marchan a la cabeza y los conducirán nuestros intelectuales medios perseguidos en todas partes y que producimos con excesos. El problema de la inmigración de los judíos será sometido por medio de este escrito a una discusión general, pero esto no quiere decir que será por votación, de hacerlo así el asunto estará perdido de antemano, el que no quiera plegarse al movimiento puede quedarse, la oposición de individuos aislados nos es indiferente, pero el que quiera acompañarnos que se ponga tras nuestras banderas y luche por ella con la palabra, la pluma y la acción.
Los judíos que aceptan nuestra idea de un Estado se agrupan en torno a la Society of Jews. Esta obtiene así la autoridad de hablar y deliberar con los gobiernos en nombre de los judíos, el poder de la Society según una analogía tomada del derecho internacional es el de la autoridad capaz de constituir un Estado y al declararlo como Estado ya estaría constituido, entonces si los poderes están dispuestos a conferir al pueblo judío la soberanía de un territorio neutral la Society deliberará sobre el país a ser ocupado.
Y en este caso dos países pueden ser tornados en cuenta, Palestina y Argentina, en ambos países se han llevado a cabo notables ensayos de colonización según el falso criterio de la infiltración paulatina de los judíos. La infiltración tiene que acabar mal pues llega siempre el instante en que el gobierno presionado por la población que se siente amenazada prohíbe la inmigración de judíos, por consiguiente, la inmigración solo tiene sentido cuando se asienta sobre nuestra afianzada soberanía.
La Society of Jews tratará con las actuales autoridades superiores del país y bajo el protectorado de las potencias europeas, si el asunto les resulta claro podemos proporcionar enormes beneficios a las actuales soberanías responsabilizándonos por una parte de las deudas del Estado, construir vías de comunicación que nosotros mismos necesitamos y muchas cosas más. Pero el mero surgimiento del Estado judío trae provecho a los países vecinos porque en grandes proporciones como en pequeñas la cultura de un país eleva el valor de los países que lo rodean.
El libro expone en su parte introductoria de manera explícita este homenaje y simplifica dicho proyecto que aquí coloco.
A cien años del fallecimiento de Teodoro Herzl, la Organización Sionista Argentina y el Departamento de Hagshamá de la Organización Sionista Mundial, se enorgullecen de entregar a la comunidad la reedición de esta obra que marcó y guió la historia contemporánea del Pueblo Judío. “El Estado Judío” es la muestra perfecta del pensamiento anticipatorio y de la firme convicción de Teodoro Herzl para impulsar el nacimiento de lo que es hoy una realidad, orgullo y dignidad para todo judío y la humanidad: el Estado de Israel.
El ideario sionista continúa vigente y vital como hace 100 años. Sigue invocando a la reunión del Pueblo Judío y reconociendo a Eretz Israel como el sitio más pleno y significativo para vivir como judíos, gestando una sociedad ejemplar que se sostiene en la permanente construcción de la democracia y de los valores humanos. Esta reedición se debe al esfuerzo conjunto de dos instituciones enmarcadas en la Organización Sionista Mundial: la Organización Sionista Argentina cuyo objetivo es maximizar sus esfuerzos para mantener vigente la reflexión y la acción sionista; y el Departamento de Hagshamá, creado en 1997 por mandato del Congreso Sionista Mundial para difundir y desarrollar el mensaje sionista entre la generación joven.
Creemos que esta acción conjunta es otra muestra del compromiso y del vínculo indestructible entre Medinat Israel y la comunidad judía argentina. En el “Estado Judío”, Herzl logró revivificar el orgullo de ser judío e inició la revolución social, cultural y política más exitosa del siglo XX. La creación de un Estado Judío en nuestra tierra ancestral, después de dos mil años de dispersión y persecuciones es una realidad que solo un siglo atrás parecía un sueño y meramente una utopía. Herzl señaló cual era el camino. Hoy ratificamos nuestro compromiso. “Él hizo lo suyo …. ahora nos toca a nosotros.”
Los firmantes son: Prof. Benny Schneid Enrique M. Grinberg Ing. Manuel Junowicz Director Ejecutivo Representante Presidente O.S.A para el Cono Sur O.S.A. Departamento de Hagshamá O.S.M.
El proyecto Herzl es claramente modernicida, etnocéntrico y eurocéntrico, es una totalidad frente a la alteridad, imita de manera explícita el imperialismo capitalista europeo-norteamericano con pretensión de cuestionarlos también explícitamente para perfeccionarlos. Los judíos son el ser y los no judíos son el no ser, es decir, los esclavos así lo conciben y reciclan en la dialéctica hegeliana de dominio genocida https://www.instagram.com/reel/DK-3Mulo4X1/?igsh=Z2lpdWlxN2FwcmNn
Bibliografía
*Herzl, T.: El Estado Judío. Departamento de Hagshamá y Departamento de Actividades Sionistas de la Organización Sionista Mundial, auspicia fundación Alianza Cultural Hebrea. Primera edición, conmemorando el centenario del natalicio del Dr. Herzl se imprime por primera vez en Jerusalém, en lengua castellana, El Estado Judío. Homenaje al visionario de la redención del pueblo en la tierra de sus antepasados. Jerusalém, 1960 © Organización Sionista Mundial Segunda Edición, en el centenario del fallecimiento del Dr. Herzl (1904-2004), se realiza la reedición en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, Erev Rash Hashaná 5765. Organización Sionista Argentina Departamento de Hagshamá y Departamento de Actividades Sionistas de la Organización Sionista Mundial Auspicia Fundación Alianza Cultural Hebrea.