Permitirá mejorar la adherencia al tratamiento
Buenos Aires-(Nomyc)-Somatrogon, es la nueva opción terapéutica para niños y adolescentes a partir de los 3 años, con Trastornos del Crecimiento debido a una secreción insuficiente de Somatropina, conocida como la Hormona del Crecimiento, ya que la la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó su uso para los chicos de estas edades con esta enfermedad, que se estima que a nivel mundial padecen cerca de 1 de cada 4.000 niños padece esta enfermedad.[1]
La Deficiencia de Hormona de Crecimiento (DHC) se caracteriza por la secreción inadecuada de la hormona que se llama Somatropina, que se produce en la glándula hipófisis y en la mayoría de los casos no se conoce la causa de la enfermedad, aunque en un porcentaje de pacientes puede deberse a alteraciones genéticas, tumores, infecciones o traumatismos.[2]
Un niño con DHC, además de la estatura baja, puede parecer de menor edad en comparación con sus pares, tener retraso en la dentición secundaria, retraso del desarrollo puberal y poco desarrollo puberal, mientras que en el recién nacido, la hipoglucemia puede representar una manifestación de relevancia.
“La hormona de crecimiento recombinante se utiliza hace casi 40 años, por eso la introducción de esta hormona de crecimiento de larga acción representa un cambio radical en el tratamiento, al reducir la carga para algunos pacientes que, hasta el momento, debían aplicarse inyecciones diarias por períodos prolongados de tiempo. Ahora van a poder pasar, aproximadamente, de 365 a 52 aplicaciones anuales”, afirmó Analía Morin, Jefa del Servicio de Endocrinología en el Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata.
Somatrogon es un análogo de la Hormona de Crecimiento y se administra por inyección subcutánea, una vez por semana, ya que se la conoce como “hormona de larga acción” ya que su composición química prolonga su tiempo de funcionalidad en el cuerpo, por lo que las inyecciones no requieren aplicación diaria.
Marta Ciaccio, Jefa de Servicio de Endocrinología en el Hospital Garrahan, enfatizó que “este tipo de tratamientos no sólo buscan mejorar la estatura, sino también influir positivamente en el metabolismo, la fuerza muscular y el bienestar general de los pacientes. Es fundamental que los pediatras sean proactivos en la evaluación del crecimiento infantil y en la derivación oportuna del niño con retraso de crecimiento”.
La seguridad y eficacia de Somatrogon en el tratamiento de niños y adolescentes con esta patología fueron evaluadas en dos estudios clínicos aleatorizados y multicéntricos y ambos estudios demostraron que Somatrogon administrado una vez a la semana fue no inferior a la somatotropina administrada diariamente en términos de velocidad de crecimiento anualizada tras 12 meses de tratamiento.
Además, se observó un aumento importante en los valores del desvío estándar (SDS) de estatura y los valores del factor de crecimiento insulino símil tipo 1(IGF-1) se normalizaron, después de un mes de tratamiento.
La seguridad de Somatrogon también fue evaluada durante un período de extensión abierto de al menos 2 años, mostró un perfil de seguridad aceptable con un aumento progresivo en la SDS de la estatura a lo largo del tiempo. [1] [2] [3]
Somatrogon ya se encuentra aprobada para el tratamiento de la DHC en países como Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón, así como también en los estados miembros de la Unión Europea.
Déficit de la hormona de cremiento y calidad de vida: en pediatría, el DHC implica desafíos en diferentes aristas: además del impacto físico, por la sintomatología que genera, también puede tener repercusiones en el aspecto emocional, tanto de los pacientes como de sus padres o cuidadores, quienes deben estar al pendiente de los controles médicos y el seguimiento del tratamiento.[5] [6]
“Aunque hoy hay mucha más información y concientización sobre el tema, todavía queda mucho por hacer para dar apoyo a las personas que transitan por el diagnóstico de DHC. De manera especial, porque no se trata de una cuestión netamente estética, sino del crecimiento y desarrollo integral de esa persona”, explicó Inés Castellano, Presidenta de la Asociación Civil Creciendouna organización de pacientes integrada por padres de niños con talla baja.
Además, según un estudio de Calidad de Vida que se les realizó a pacientes y cuidadores, el impacto psicosocial de padecer DHC, es de significación, ya que el 56 por ciento señaló haber sido considerado como menor de edad, el 48 sufrió Bullying, el 27 manifestó ser tratadod e manera diferente por niños y adultos, el 33 por ciento manifestó escasa autoestima y el 21 por ciento, tristeza, entre otros datos.
“El impacto psicológico de la talla baja, asociada a la deficiencia de hormona de crecimiento, puede generar depresión y/o ansiedad en quienes la padecen o en su entorno, por lo que el apoyo psicológico integral para los niños y sus familias es fundamental”, explicó Morín.
Por su parte, otra encuesta analiza el impacto del tratamiento y revela que los niños experimentan, en mayor o menor medida, miedo y ansiedad ante las inyecciones (84%), mientras que los adolescentes enfrentan algún nivel de afectación para conciliar el tratamiento con su vida social y sus actividades recreativas (72%).
En este contexto, el 60 por ciento de los cuidadores consideró que la disminución de la cantidad de dosis podría reducir de manera significativa el impacto en la calidad de vida, lo que minimiza los olvidos, que en la actualidad afectan al 20 por ciento de los pacientes, por lo que se facilita la adherencia al tratamiento.[1]
En este sentido, Morín explicó que “además de la aplicación una vez por semana, si un paciente olvida aplicarse la inyección de Somatrogon, tiene hasta tres días para hacerlo. La flexibilidad de horario y día de aplicación de este tratamiento podría facilitar la adherencia y continuidad del mismo, un aspecto importante para maximizar los resultados”.
“Vimos la evolución de los tratamientos para DHC a lo largo de los años y esta nueva alternativa terapéutica significa un paso más para mejorar el día a día de los chicos en tratamiento”, concluyó Castellano.
Señales de alerta y detección temprana: la detección y atención del DHC en etapas tempranas permite que los niños puedan tratarse y alcanzar los niveles de crecimiento previstos, para lo que existen diferentes señales a las que es importante estar atentos.
Por ejemplo, si los niños gastan la ropa antes de que les quede chica, si se ven mucho más bajos que sus compañerosd e la misma edad, que sean percibidos de menor edad y o mas bajos que niños menores.
Aunque no todos los niños de la misma edad, tiene la misma altura, existen Tablas que establecen cuando un niño, durante su crecimiento, se aleja de los parámetros normales.
Son las tablas que utilizan los medios para graficar o percentilar los parámetros de crecimiento infantil, aunque el diagnóstico requiere un seguimiento para evaluar la evolución del niño, junto a estudios específicos de laboratorio y una radiografía para complementar la evaluación.[1]
Existe una herramienta online disponible en forma gratuita para padres y cuidadores, que ayuda a calcular el percentil de altura y peso de los niños, y así brindar orientación o datos de base para realizar la consulta con el pediatra: clic aquí.
“Es importante que los pediatras sean proactivos en medir, de manera regular, a los niños y revelar los datos de as curvas de crecimiento, ya que son una herramienta muy útil para evaluar si un niño crece de manera decuada, más alla de sus estatura en un momento dado” expresó Ciaccio.
“Mantener un seguimiento atento a la altura de los chhicos, es crucuial, ya que un niño quw crece bien, es un Niño Sano” concluyó Ciaccio.